Su historia refleja la pasión y el espíritu solidario de los argentinos. El momento que inició su conexión con ES VICIS fue tan único como inesperado: la adrenalina de la final del Mundial de Fútbol.




De pueblos a países: el impacto de las narrativas de expulsión
La narrativas de expulsión no solo afectan a pequeñas comunidades, sino que, a mayor escala, pueden extenderse a naciones enteras. Argentina no es una excepción. Como muchos jóvenes que dejan su pueblo en busca de un futuro mejor, Martina, con apenas 18 años, decidió emigrar del país en 2015. “No hay oportunidades, no hay futuro. Si podés, andate; acá no vas a poder desarrollar tu potencial”, son algunas de las frases que le repetían y que hoy siguen resonando en quienes eligen partir de su tierra natal en busca de un mejor porvenir.
Argentinidad pura: cuando ganar un Mundial te acerca a la filantropía
Más allá de los miles de kilómetros que la separaban del país, el corazón de Martina seguía latiendo al ritmo de Argentina. El 18 de diciembre de 2022, un día inolvidable para millones de argentinos, Martina estaba en París, alentando con fervor y pasión a la selección.
A medida que el partido avanzaba, atrapada por la tensión del momento, recordó el ejemplo de su madre: «Ante las dificultades, especialmente de salud, mi mamá acudía a su fe, pidiendo ayuda con la promesa de retribuir a la comunidad. Así crecí viendo el valor de donar y ayudar a quienes más lo necesitan».
En medio de esa emoción colectiva, los argentinos hicieron todo tipo de promesas si la selección ganaba el Mundial: desde tatuarse a Messi, peregrinar hasta Luján, dejar malos hábitos o incluso llamar a sus futuros bebés “Emiliano” o «Lionel». Martina no fue la excepción, solo que su promesa estaba inspirada en su mamá. En el minuto 80’ empezó: “Si ganamos, voy a hacer una donación”; con el correr de los minutos, la cifra en su mente seguía subiendo. Hasta que en los penales ya era un compromiso firme.
Ese recuerdo hoy la hace reír. Lo que comenzó como una promesa durante la final del Mundial, pronto se transformó en un camino hacia un compromiso mucho más profundo con el cambio social.
El encuentro con ES VICIS: conectar con causas que resuenan
En general, cuando alguien decide comenzar a donar, lo primero que suele buscar es respaldar una causa que esté generando un cambio real y necesario además de asegurarse de que los recursos sean utilizados de manera eficiente. Martina aún no sabía qué organización apoyar, pero tenía claro ese deseo. Así que empezó a aprovechar las oportunidades que se le presentaban, contribuyendo a diversas organizaciones. Meses después, en un evento de trabajo, tuvo un encuentro inesperado pero altamente significativo con la fundadora de la fundación ES VICIS.
En 2023, a sus 25 años, Martina se unió al sistema de membresías de la fundación en Suiza, que ofrece cuatro categorías de contribuciones económicas, tanto mensuales como anuales. Comenzó con la membresía Plata y, hoy, con 27 años, se convierte en la miembro Oro más joven de la fundación.
Bienvenidos a mi pueblo y Bienvenidos a mi país
Tras casi una década en el exterior, Martina regresa a la Argentina, convencida del potencial del país y decidida a apostar por él. Con una nueva visión y confianza en la tierra que la vio nacer, vuelve para emprender su propio camino, reafirmando su compromiso con el desarrollo y la transformación de Argentina. “Para mí, es un gran honor poder contribuir a la causa promovida por ES VICIS. De alguna manera, al considerar a Argentina como «mi pueblo», siento que vivo en carne propia el espíritu del programa “Bienvenidos a mi pueblo”. Este programa busca fortalecer las comunidades locales, viendo su repoblación como un acto de reconexión y apoyo al desarrollo de nuestra tierra. Creo que el talentoso y comprometido equipo detrás de la fundación está llevando a cabo un trabajo extraordinario para cambiar las narrativas que ya no nos sirven, devolviendo el empoderamiento a los pueblos y, en última instancia, a nuestro país”, compartió.
Sumate al movimiento
Martina nos recuerda que el Mundial no fue solo fútbol, sino un recordatorio de lo que se puede lograr cuando nos apoyamos y unimos con un propósito común.
Cada acción tiene el poder de transformar. Sumate a este movimiento de solidaridad y ayudanos a abrir puertas a un compromiso más profundo con la comunidad y el país.